"O la República tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio íntegro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás: la pasión, en fin, por el decoro del hombre, o la República no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos".
El 28 de enero de 1853 nació en Dos Ríos, hijo de una familia de origen español, José Martí, empezó a estudiar en el Colegio Municipal y su mentor fue el poeta Rafael María de Mendive.
Adhirió prontamente a las ideas de los revolucionarios cubanos y tras la Guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de Mendive, se incrementó su actividad política. Publicó una gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía el poema «Abdalá».
A los 17 años fue condenado a 6 años de cárcel por pertenecer a grupos independentistas, realizó trabajos forzados hasta que por su estado de salud le fue otorgado el indulto, fue deportado a España, en donde publicó Adúltera, estudió derecho y filosofía y letras, licenciándose en la Universidad de Zaragoza. Escribió La República Española ante la Revolución Cubana. Viajó por Europa y América, finalmente se instaló en México, donde se casó con Carmen Sayes Bazán, volvió a Cuba, pero fue nuevamente deportado, se afincó en Nueva York, y se dedicó a la actividad política y la escritura.
En mayo de 1884 es nombrado Cónsul de Uruguay, cargo al que renuncia en octubre, para dedicarse a actividades revolucionarias, en 1887, es nombrado nuevamente Cónsul. En 189'0 es nombrado Cónsul de Argentina y de Paraguay.
En diciembre de 1889, Martí pronunció un discurso conocido como Madre América, donde fija los principios que debían regir las relaciones interamericanas y la unidad de nuestros pueblos como fuerza imprescindible para frenar y enfrentar la conquista de América Latina por los Estados Unidos.
En 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria, y se convirtió en el máximo referente de la lucha independentista de Cuba. Dos años más tarde se entrevistó con el generalísimo Máximo Gómez, pudo partir a Cuba con un pequeño contingente y fue abatido por las tropas realistas a los 42 años, el 19 de mayo de 1895.
El día 18 de abril, en el Campamento de Dos Rios, Martí escribe su última carta a su amigo Manuel Mercado, ese documento se le conoce como su testamento político, en un fragmento de la carta Martí expresa:
"...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas..."
Fue uno de los grandes poetas latinoamericanos. Escribió Ismaelillo (1882), precursora del modernismo; Versos libres (1878-1882), La edad de oro (1889) y Versos sencillos (1891), obra modernista y en la que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular. Publicó en 1872 A mis hermanos muertos el 27 de noviembre durante su destierro en España, dedicado a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha. Su novela Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885.
Entre sus obras dramáticas destacan Adúltera (1873), Amor con amor se paga (1875) y Asala. Fundó una revista para niños, La Edad de Oro, en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra, y colaboró con diversas publicaciones de distintos países, como La Revista Venezolana, la Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México.
Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871) -de gran fuerza lírica-, El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.
Entre sus ensayos se encuentran: El presidio político en Cuba (1871) Nuestra América (1891), también es de gran valor su obra epistolar.
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