sábado, 9 de febrero de 2013

Augusto César Sandino proclama la república de Nueva Segovia

“Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán.”


El Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSN) fue un ejército organizado y liderado por el General Augusto C. Sandino que en su fase inicial operó en el departamento de Nueva Segovia, al norte de Nicaragua, pero luego abarcó casi todo el territorio nacional, excepto los actuales departamentos de Managua, Masaya, Granada, Carazo y Rivas.

La causa principal de Sandino fue la lucha contra la intervención estadounidense favorecidsa por la actitud entreguista de los caudillos militares del Ejército Liberal Constitucionalista bajo el mando del General José María Moncada que buscaba recuperar la Presidencia de Nicaragua para Juan Bautista Sacasa.

De acuerdo al llamado Pacto del Espino Negro firmado en el poblado de Tipitapa el 4 de mayo de 1927 entre liberales y conservadores con la mediación de Henry L. Stimson, los liberales aceptaban la continuidad del gobierno conservador de Adolfo Díaz Recinos hasta la realización de eleccciones supervisadas por las fuerzas de ocupación del Cuerpo de Marinos de los Estados Unidos de América (USMC), en las cuales saldría vencedor el general Moncada.

Sandino fue el único general liberal constitucionalista que no aceptó entregar las armas a cambio de prebendas y con su ejemplo inspiró en los campesinos del norte de Nicaragua un sentimiento de oposición a la intervención yanqui. Convirtió la guerra civil fraticida entre liberales y conservadores en una guerra nacional contra la ocupación y los gobiernos del conservador Díaz y del liberal Moncada.

El germen del EDSN fueron los veintinueve (29) hombres que siguieron a Sandino, los iniciadores de la Revolución Nicaragüense.

Entre las figuras más representativas del EDSN se incluyen:

El General Francisco Estrada, último jefe del Estado Mayor, un artesano originario de Managua. Fue asesinado junto a Sandino.

El General Manuel María Girón Ruano, de Guatemala, actuó como Jefe del Estado Mayor, era un militar de carrera con gran experiencia combativa. Murió fusilado en el curso de la lucha, después de ser capturado, juzgado sumariamente y ejecutado por el General Juan Escamilla, mexicano, jefe de los voluntarios armados por José María Moncada.

General Porfirio Sánchez, hondureño, participó en la histórica batalla de Ocotal y fue Jefe del Estado Mayor en sustitución del general Girón Ruano.

El entonces Coronel Francisco Estrada fue su asistente.

El General Miguel Ángel Ortez, que murió peleando en la combate de Palacagüina cuando apenas tenía cumplidos 25 años de edad, había nacido en Ocotal.

El General Pedro Altamirano, conocido como Pedrón por su formidable figura.

General Ismael Peralta, jefe expedicionario natural de La Concordia, Jinotega.

El Coronel Rufo Marín muerto en la batalla de Ocotal (16 de julio de 1927).

El Coronel Santos López, se incorporó como miembro del llamado "Coro de los Ángeles" del cual llegó a ser su jefe más destacado.

El Coronel Ramón Raudales, que murió combatiendo contra la Guardia Nacional buscando derrocar a Anastasio Somoza García.

Una táctica común de la fuerza de ocupación yanqui en Nicaragua consistía en degollar a los opositores y violar sus mujeres. Fue tanta su barbarie que algunos, incluso posaban ante las cámaras sosteniendo como trofeos las cabezas de los degollados. Es famosa mundialmente la fotografía publicada en los Estados Unidos en 1930, donde aparece el teniente USMC Remington con la cabeza del campesino matagalpino Silvio Herrera, decapitado como sospechoso de ser colaborador de Sandino.
El 27 de febrero de 1928, en el llamado combate de "El Bramadero", el más joven de los generales sandinistas, Miguel Ángel Ortez, quien era casi un adolescente, coge por sorpresa a una columna de marines, y les causa una de sus más tremendas derrotas. En los documentos oficiales del Cuerpo de Marina de los EUA puede encontrarse que ya no se le llama a Sandino bandido sino guerrillero.

El EDSN estaba organizado en 7 columnas:

Columna 1 al mando de General Pedro Altamirano, llegó a controlar los departamentos de Matagalpa y Chontales.

Columna 2 dirigida por el General Carlos Salgado, de Somoto se movilizaba desde Zelaya en el Atlántico, hasta León en el Pacífico.

Columna 3 a cargo del General Pedro Antonio Irías, nacido en Jinotega dominaba los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Zelaya.

Columna 4 del General Juan Pablo Umanzor, de Honduras cubría el Departamento de Nueva Segovia.

Columna 5 presidida por General José León Díaz, era de El Salvador operaba en los departamentos de León y Chinandega.

Columna 6 General Abraham Rivera, era de Jinotega y un profundo conocedor de las regiones del río Coco, de sus pobladores y de las lenguas indígenas cubría todo el norte de Zelaya, incluyendo Cabo Gracias a Dios.

Columna 7 al mando del General Juan Gregorio Colindres, también de Jinotega operó en Nueva Segovia, Estelí y, cuando la guerra alcanzó el Pacífico, en León y Chinandega.

El Coro de los Ángeles era un un grupo de niños huérfanos de guerra que permanecían en los cuarteles de las montañas del norte. En las emboscadas y asaltos su papel consistía en dar gritos, vivas y hacer toda clase de ruidos -un coro infantil cuyas voces se alzaban ensordecedoramente en el monte- con latas y triquitraques, dando unas veces la impresión de que el número de soldados sandinistas era mayor, y otras, que llegaban refuerzos. Estos niños, cuando crecían, llegaban a ser soldados regulares y debían conquistar su propio rifle, como fue el caso del coronel Santos López.

La Legión Latinoamericana, conocida como la Brigada Internacional, estuvo compuesta por intelectuales, líderes obreros y campesinos, y hasta estudiantes, que llegaban de distintos países de América Latina hasta las montañas de Las Segovias. Entre estos se mencionan los siguientes:

Marcial Salas Blanco, costarricense, formó parte de los primeros 29 hombres que se alzaron junto a Sandino en el mineral de San Albino, nacido en San Ramón, provincia de Alajuela, alcanzó el grado de Mayor y cayó en el combate de "Las Conchitas".

Carlos Aponte Hernández, venezolano, ascendió a coronel del Ejército Libertador Sandinista. "Estaba luchando con las armas en la mano no solo por el pueblo de Nicaragua, sino por Venezuela y por todo el continente."

Agustín Farabundo Martí, salvadoreño, enviado en 1928 como representante de la Liga Antiimperialista de las Américas. También actuó como secretario de Sandino.

Froylán Turcios, hondureño, escritor y periodista imbuido en las luchas americanistas denunció la política del Gran Garrote (Big Stick) implementada por los Estados Unidos en las regiones centroamericana y caribeña.

José De Paredes, mexicano, sirvió como secretario de Sandino y de enlace con el Presidente de México, Emilio Portes Gil. También le acompaño en su viaje y estadía en México en 1929.

Andrés García Salgado, mexicano, también luchó en las Brigadas Internacionales siendo comisario político de la Brigada 14. Escribió «Yo estuve con Sandino». 1979. Bloque Obrero "General Heriberto Jara".

Esteban Pavletich Trujillo, peruano, se incorporo al Ejército Liberador de Nicaragua entre 1928-1930 actuando como secretario del General Augusto C. Sandino.

Rubén Ardila Gómez, colombiano, actuó como asistente de Sandino y combatiente internacionalista entre 1928 - 1929.

Alfonso Alexander Moncayo (1906-1985), colombiano, llamado "El Capitán Colombia", originario de Pasto, Departamento de Nariño. Actuó como periodista y combatiente internacionalista entre 1930 - 1932.

Gregorio Urbano Gilbert, dominicano, peleó en las filas del ejército de Sandino dejando constancia de ello en su libro Junto a Sandino.

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